El sexo pasó a ser desdramatizado, y hoy se asume con la naturalidad que siempre debió haber tenido.
Hace menos de un siglo, la "virginidad" era considerada requisito imprescindible para calificar la "virtud" de una mujer.
Hoy -en cambio- la virginidad dejó de ser un "valor" y -en cambio- se valora más la experiencia sexual, de una mujer y del hombre.
Mismo así, todavía persiste en algunas sociedades primitivas la idea de que la mujer es una suerte de "propiedad" del esposo y la monogamia es obligatoria .
El nuevo SALTO EVOLUTIVO lo constituye el abandono de la monogamia y la -llamada- "exclusividad sexual"
Cuando un matrimonio o pareja, decide abandonar la monogamia y opta por expandir el horizonte de su sexualidad marital, ya sea agregando un tercero o tercera persona en su cama, descubre un maravilloso universo de sensaciones y estímulos que resultan beneficiosos para su vida sexual.
Esa es mi experiencia y mi testimonio de vida.
Me llamo Mariana (39) y llevo 18 años casada con Ramón (el hombre de mi vida)
Fue en el año 2009 cuando -con mi marido- fuimos a Brasil, a conocer el famoso carnaval de Río de Janeiro.
Allí trabamos amistad con un matrimonio de brasileños, que tuvieron el talento de "iniciarmos" en el intercambio de parejas.
Ese matrimonio supo seducirnos y hacer que DESEARAMOS experimentar algo nuevo en el sexo y FUE MARAVILLOSO.
Fue ahí, cuando mi marido me vió en brazos de otro hombre, siendo llevada al delirio del placer y la cachondez.
Lo disfrutamos, nos gustó tanto, que nunca más paramos y hasta hoy seguimos buscando nuevas experiencias.
Y esa búsqueda solo trajo beneficios a nuestra relación marital, tanto, que hasta hoy seguimos de luna de miel.
Nuestra confianza mutua aumentó, y especialmente NUESTRA COMPLICIDAD.
Pero, el tiempo nos demostró que yo era más activa sexualmente que mi esposo, y eso fue derivando a una deliciosa relación del tipo "stag & Vixen" o sea, que mi marido disfruta compartirme con otros hombres, y yo terminé siendo su sexualisima "hotwife".
Algo importante, es entender que ser "liberales" no significa ser promiscuos.
Se trata de darnos mutuas libertades apenas para buscar SEXO fuera del matrimonio.
No soy una buscona, ni estoy en oferta.
Apenas tengo la libertad de darle una "probadita" a algún hombre que yo encuentre deseable, y todo con el consentimiento y la complacencia de mi marido, en el entendimiento de que -con los otros- será SOLO SEXO.
Espero que mi experiencia les sea útil, para que cada día sean más los matrimonios y parejas que se animen a experimentar las delicias del sexo cuckold, y disfrutar los beneficios que aporta para la relación matrimonial.