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10 CLAVES PARA REALIZAR TU SUEÑO DE SER...

CORNUDO

Si sigues al pie de la letra estas Claves, más pronto de lo que te imaginas tu mujer estará entregando las nalgas a hombres de verdad, mientras observas cómo te hacen pendejo Y convirtiéndote en un verdadero... CORNUDO. 

SÍGUELAS BAJO TU PROPIO RIESGO

CLAVE  1

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PLATÍCALO CON ELLA

El punto de partida para que te conviertas en Cornudo es compartirlo con tu pareja. Si sigues soñándolo solamente, masturbándote con imágenes creadas en tu cabeza, no pasarás de la excitación ante lo que pudo haber sido y no fue. Tampoco sirve si sólo aprovechas los momentos de excitación con tu esposa para mencionarlo. Es necesario que te armes de valor y la cites en un sitio público y neutral. Invítala a tomar un café o una copa y cuéntale tus deseos, sin quedarte con nada en el tintero, te sorprenderás de lo receptiva y comprensiva que será.

   Desde luego que no puedes obligarla, pero si planteas tus ideas con cordura y erudición, tu esposa entenderá tus deseos y muy probablemente querrá llevarlos a cabo; lo peor que puede pasar es que se niegue a cumplirlo, porque no es una adúltera en su esencia, pero seguramente te entenderá. Alude a lo excitante que será compartir una aventura así y al placer que sentirá, asegurándole que no pasará nada que ella no desee y con quien no quiera, además de que estará segura todo el tiempo. 

CLAVE  2

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NO PONGAS CONDICIONES

Si ya pasaste el primer paso y ella está dispuesta siquiera a experimentar, no cometas el error de poner condiciones. Si de verdad estás dispuesto a ser Cornudo, debes aceptarlo con todo lo que conlleva; es natural que pienses que ciertas cosas van contigo y otras no, porque nunca lo has hecho en la práctica, pero puedes estar seguro de que con el tiempo no sólo aceptarás lo que hoy te alarma, sino que desearás fervientemente llevarlo a cabo.

   Poner condiciones desanimará a tu pareja y anulará el placer, convirtiendo los encuentros en una especie de obra de teatro mal actuada y, lo más importante, desprovista de todo placer. Es factible que algunas cosas te impacten al inicio, pero con el tiempo serán esas mismas cosas las que hagan que la adrenalina corra por todo tu cuerpo. No lo eches a perder cuando ni siquiera ha comenzado y recuerda que el Cornudo es el último en opinar; las decisiones las toma tu mujer y, si se da el caso y ella accede, será el corneador quien tenga la segunda opinión, no tú.

CLAVE  3

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HAZLA SENTIR SEGURA

Lo más importante de ser Cornudo no es el placer que experimentes, sino la seguridad con que lo hagas. Antes de planear cualquier encuentro; incluso, antes de hablar con tu esposa, es necesario que ya hayas estudiado de qué manera llevarán a cabo este estilo de vida sin ponerse en riesgo ni por un segundo. Por atractiva que parezca una propuesta o excitante que se presente una situación, jamás deberás caer en la tentación si conlleva un riesgo para cualquiera de las partes; de nada sirve el placer si termina en tragedia.

   Por ello, eres tú quien debe asegurar a tu mujer y hacerla sentir segura; ella sólo tendrá la misión de sentir placer poniéndote los cuernos y, para llegar a eso, antes ya anulaste todos los riesgos que pudieran presentarse. El mejor consejo es que, antes de entregarte al placer junto con ella, estudies fríamente personas, lugares y escenarios, con el fin de que, cuando llegue la hora en que te hagan pendejo, no tengan que pensar más que en su placer y se entreguen a él sin preocupaciones.

CLAVE  4

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DILE QUE LA AMAS

No sólo tú podrías sentirte inseguro de los sentimientos y emociones de tu esposa al entregarla a otro hombre; ella también es susceptible de sentirse dudosa acerca de tu amor. Al principio de sus infidelidades consensuadas y hasta incitadas por su marido, más de una adúltera experimenta la idea de que no es amada, que está siendo compartida porque tú ya no sientes amor por ella. En todo momento, incluso cuando esté siendo penetrada por el corneador, es indispensable que le recuerdes cuánto la quieres, aunque puedas sentirte pendejo en decírselo cuando otro se la está metiendo... finalmente, algo de eso tienes.

   Si ambos dejan en claro su amor y establecen que este estilo de vida es sólo para estimular sus fantasías, lejos de romperse, su relación se fortalecerá, al ser cómplices de la misma excitación sexual y vivirla juntos. No por nada y de acuerdo con estadísticas internacionales, las parejas que comparten la cama con otras personas son las que menos se divorcian o se separan.

CLAVE  5

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BUSCA AL CORNEADOR

Una de las etapas más excitantes de ser Cornudo es que tú mismo busques a quien te hará pendejo cogiéndose a tu mujer. Desde luego, si ya existe ese tercero de manera potencial, en la figura de algún amigo, familiar, vecino o compañero de trabajo, podrás ahorrarte esta parte, aunque deberás emplearte en planteárselo y analizar si es la persona indicada, por lo que resulta prácticamente lo mismo.

  Pon anuncios en Internet, checa páginas como el Club Cornudos donde encontrarás excelentes candidatos a convertirte en venado y recurre a redes sociales con perfiles picantes. El anonimato del ciberespacio te permitirá analizar con frialdad a todos quienes te escriban y, con todos los elementos, tanto intelectuales como físicos, será posible ir formando una lista de candidatos potenciales. Cuando ya los tengas, muéstraselos a tu esposa y explícale por qué los elegiste. Finalmente, será ella quien decida a cuál de todos esos machos le dará las nalgas.

CLAVE  6

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PON MUCHOS FILTROS

Antes de hacer la cita, es necesario que te asegures lo más que puedas de que estás eligiendo a la persona indicada; por ello, debes poner la mayor cantidad de filtros que te hagan sentir cómodo con tu elección. Recuerda que estás poniendo en manos de un desconocido el cuerpo, la sexualidad y, sobre todo, la seguridad de tu esposa, por lo que nunca serán pocos los requisitos que solicites a dicho candidato. Ten por seguro que, si está interesado y no tiene nada qué ocultar, no tendrá empacho en cumplir a cabalidad con todo lo que le solicites, siempre y cuando sean parámetros normales, desde luego, y no cosas imposibles de cumplir.

   Algunos filtros recomendables son: Pedir nombre y lugar de residencia; solicitar foto de rostro y no sólo de verga; chatear bastante con él para cerciorarte de que es una persona genuina, y todos los que se te ocurran, siempre y cuando sean razonables. La mejor manera en que puedes saber qué tan lógico es lo que estás pidiendo es preguntarte si tú estarías dispuesto a cumplir con ello. 

CLAVE  7

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HAZ LA CITA EN UN LUGAR SEGURO

Ya que tu mujer eligió con quién te hará pendejo, es muy importante que sean tú y ella quienes decidan el lugar de la cita; por más que suene atrayente un sitio o el corneador lo proponga asegurando que él invitará, lo mejor es que tengan Ustedes el control de donde se verán por primera vez, para no caer en situaciones inseguras o peligrosas.

   Seleccionen un lugar público y muy frecuentado, como una cafetería, un bar o un restaurante, donde sea imposible que alguien les haga daño; de preferencia, dicho lugar puede estar ya en las instalaciones del hotel donde tu mujer le entregará las nalgas. De este modo, ya no tienen que trasladarse a ningún otro lado y tendrás la oportunidad de preparar la habitación para que ellos cojan a gusto. Jamás hagas la cita directamente en la habitación del hotel pues, de ese modo, no tendrán la posibilidad de rechazar la interacción sexual ante cualquier cosa que no les guste, y dejen claro que cualquiera de las partes está en su derecho de arrepentirse en cualquier momento.

CLAVE  8

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CUBRE LOS GASTOS

Si bien llegar a un acuerdo con el corneador para pagar la mitad de los gastos que se generen no es una mala opción, lo mejor siempre será que seas tú quien pague todo. Además de que será excitante y fortalecerá tu calidad de Cornudo que pagues los tragos a quien te adornará la cornamenta, así como la habitación en la que te harán pendejo, recuerda que quien paga siempre tiene el control. Velo como una inversión para tu seguridad y, más importante, para la integridad de tu esposa.

   No hay nada que fortalezca más tus cuernos que estar dispuesto a pagar los gastos para que te los pongan. Eso te hará sentir más pendejo, más Cornudo, más sumiso y, por supuesto, más excitado. Si también te encargas de comprar los condones, la calentura se incrementará y evitarás que, por ahorrar, el corneador los adquiera de baja calidad y, por consiguiente, propensos a romperse. Otro gasto que el Cornudo está obligado a hacer es el de la ropa y, sobre todo, la lencería que la adúltera lucirá para otro y que ese otro le quitará en tus narices, disfrutando las prendas que tú le compraste.

CLAVE  9

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DÉJALOS SOLOS

Acéptalo: aquí el único que puede llegar a sobrar eres tú, por eso debes estar muy atento de las señales, para ausentarte en el momento oportuno y dejarlos disfrutarse sin tu estorbosa compañía. Tu retirada momentánea puede darse en dos momentos: en el lugar público donde se citaron y en la habitación donde gozarán uno del otro.

   ¿Cómo saber en qué momento ya estás de más? Cuando tu presencia dificulta la entrega de ambos. En el restaurante, deberás esperar a que tu mujer se sienta cómoda y atraída por el corneador, lo cual te comunicará a través de una señal secreta que establecieron antes de llegar; cuando eso pase, es el momento perfecto para ir a preparar la habitación donde te harán pendejo, mientras te hacen ídem besándose y tocándose en la mesa. En la habitación, cuando ya estén cogiendo y no seas requerido para atenderles, ambos te agradecerán que te apartes y hasta salgas un rato, con el fin de entregarse de lleno a la pasión sin la mirada incómoda del Cornudo... o sea tú.

CLAVE  10

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ATIÉNDELOS

El punto final para que el encuentro entre tu mujer y su nuevo amante sea exitoso y placentero depende enteramente de ti. Si estás convencido de que quieres ser Cornudo, también lo estás de que harás todo lo posible para engrandecer y pulir tu cornamenta. Lo anterior implica que seas una especie de sirviente o facilitador de ambos, encargándote de aquellas labores molestas que ellos no desean hacer, pues sólo quieren concentrarse en entregarse el uno al otro.

   Es tu responsabilidad que la cama esté arreglada y abierta brevemente de un lado, para que no tengan que hacerlo, preparar el jacuzzi para que lo gocen (nunca te metas con ellos), acercar las toallas y entregarlas para que se sequen (sécalos tú, si es su deseo), estar atento de sus copas y servirles las bebidas de la botella que pediste cuando preparaste la habitación, abrir los condones y hasta colocarlos si eso les excita o les divierte, secar el sudor del corneador mientras se coge a tu mujer, preparar el ano de tu esposa dilatándolo para que la encule, y un sinfín de labores más. 

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CONCLUSIÓN

Si te aseguras de cumplir al pie de la letra los puntos antes detallados, está garantizado que lucirás una majestuosa cornamenta en poco tiempo. Tu mujer se sentirá realizada, plena, satisfecha y, curiosamente, se incrementará el amor que siente por ti, además de que verás con agrado que su relación mejorará, pues ahora son cómplices de aventuras, además de pareja.

   En cuanto a las citas futuras, éstas fluirán mejor y serán más placenteras pues, aunque los nervios no pueden evitarse, disminuirán considerablemente, dando paso al placer que brinda la experiencia en estas lides. Si a tu mujer le agradó cómo se la cogió su nuevo amante, seguramente habrá más encuentros, con tu presencia o sin ella, pues no es tu papel tomar esa decisión, sino de ella y del corneador; a ti no te queda más que aceptar lo que ellos prefieran y ofrecer tu apoyo para atenderles una vez más o recoger a tu esposa cuando terminen de cornearte. También deberás seguir en la búsqueda de nuevos machos e incitarla a que dé las nalgas, si desea hacerlo, a cualquier otro que conozca o que esté por conocer.

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